Tristemente, desde que internet ha pasado a formar parte imprescindible de nuestras vidas, la manera de ligar también ha cambiado. Se comenzó con los chats y las páginas de contactos, pero poco a poco han ido llegado las aplicaciones móviles que se han hecho cada vez más populares. Hasta el punto de que si hoy alguien nos cuenta que ha conocido a una persona en el trabajo, en una fiesta o en el gym, puede que incluso nos sorprenda. El progreso tecnológico ha logrado que conocerse mediante aplicaciones móviles, sea lo más común y cada vez son más las herramientas existentes para este fin.
En este punto nos cuestionamos, ¿qué ventajas y desventajas tienen estas apps para ligar? ¿Son un recurso tan exitoso como se dice? ¿Acarrean tantos riesgos como sus detractores piensas? Vamos a enumerar algunos pros y contras sobre las apps para buscar pareja online.
Es por ello que, si ya has decidido que el amor está online, te apoyamos dándo las ventajas que las redes sociales nos brindan para que ¡digas si al modus operandi!
Sencillez / Ligar mediante el móvil, desde el sofá de casa es, obviamente, súper cómodo. En una sola pantalla tienes un montón de personas como tú, que quieren conocer a alguien, solamente tienes que encontrar a alguien que te guste e iniciar una conversación.
Nuevas oportunidades / A través de internet podemos estar conectadas con personas que de otra forma posiblemente jamás conoceríamos. Conocemos a personas fuera de nuestro entorno o con las que en nuestro día a día, no nos plantearíamos hablar. Esto amplía mucho las oportunidades.
Apto para tímidos / Las personas más introvertidas o inseguras en el arte de la seducción, están de enhorabuena con las aplicaciones para ligar. Es mucho más fácil tener un primer contacto a través de un medio digital que en un cara a cara, donde un posible rechazo puede crear más miedo e incomodidad.
Aplicar filtros / Antes de lanzarse a conocer más a fondo a una persona, podemos tantear para saber cuáles son sus expectativas e intenciones, y si cumple con los requisitos que buscamos. Así, reducimos las probabilidades de que la cosa nos decepcione.