Muchos de nuestros lectores nos han escrito diciendo que nuestros artículos están muy experimentados, y lejos de ofendernos ¡tienen razón! Nunca está de más dar consejos desde el inicio, y es que al menos en esta semana, hemos hablado de la salida de closet, de cómo reaccionar en la primera cita sin sexo por lo que ahora, hemos decidido retroceder más y darte los mejores tips con respecto al primer beso, porque ya saben, el primer beso nunca se olvida.
El primer beso no siempre es el que tuvimos en la infancia o adolescencia con la primer persona que se prestó para eso; existen varios “primeros besos”, por ejemplo: el primer beso con la persona que nos gusta en cierta etapa de nuestra vida, el primer beso robado (ya sea que lo hayamos robado o que nos lo hayan robado), el primer beso que nos hace tocar las estrellas sin necesidad de movernos del suelo en que nos encontramos, el primer beso con alguien que nunca creímos besar (un amor platónico” o un crush), etc..
Pero sin importar el tipo de primer beso que quisiéramos tener o deseáramos dar te comparto algunos consejos para que sea el mejor posible y quién sabe, quizás el primero de muchos.
Sé espontáneo, sutil y sencillo
Si estás con esa persona que en verdad te gusta en algún lugar especial o simplemente están solos, anímate, no lo pienses, puede que sea el momento oportuno para darlo.
No lo fuerces
No tengas prisa en darlo, no fuerces a ese beso a salir, ten calma, no beses por besar, quizás no sea el momento adecuado. La paciencia es la clave para llegar al éxito.
Crea la mejor circunstancia: si crees que el mejor momento para darlo no aparece, no te desanimes, puedes crearlo, recuerda que un beso, en la mayoría de los casos, es algo especial. Búscale la mirada, hazle saber que mueres de ganas por besarle o simplemente díselo, si la atracción es mutua el resultado será favorable para ambos.
No idealices el primer beso
Es muy bonito imaginar la manera en que pueda besar esa persona, pero no siempre los sueños se convierten en realidad, puede ser que esa persona no sea el/la mejor en besar, no le exijas demasiado, el ser humano no es perfecto.
Un beso es cosa de dos: retomando un poco el punto anterior, recuerda que un beso siempre es entre dos personas. Quizá tú has besado en múltiples ocasiones y te consideres bueno en hacerlo, pero tal vez tu pareja (al menos para ese beso) no lo ha hecho. No te sientas superior ni prepotente, sé tierno, comprensivo, paciente, guíale en esa experiencia mutua, muéstrale el dulce sabor de los besos.
Si para ambos es su primer beso, no te preocupes, no trates de ser el mejor, deja que los labios se junten y déjate llevar, es una muy linda experiencia cuando eso sucede.
No beses a cualquiera
Varios de nosotros hemos escuchado alguna vez: «Un beso y un vaso de agua a nadie se le niega», en esta ocasión no le hagas caso a ese dicho popular, un beso no se le da a cualquiera, ¿te imaginas hacerlo?, no experimentes, un beso siempre es algo especial, personal e íntimo. No es necesario besar a mil sapos para encontrar al príncipe azul.
Limpieza bucal
Anadie nos gusta besar a alguien con mal aliento, siempre hay que tener una buena higiene bucal, no solo para besar sino por salud y cuidado personal, recuerda que la boca es el conducto por donde nos comunicamos hacia los demás, la higiene personal es algo que muchos tomamos en cuenta para poder elegir a uno entre miles. Siempre trata de tener el aliento fresco y los dientes limpios (yo sé que en ocasiones es prácticamente imposible llevar tu cepillo dental y tu dentífrico para asearte, usa goma de mascar sin azúcar y con un sabor fresco y bebe bastante agua).
Evita a toda costa ¡Las mordidas!
Si es su primer beso (para ti, para él/ella, o para ambos) no muerdas, no uses la lengua demasiado (de hecho, si la otra persona no te lo indica ni la uses), controla el flujo de saliva y tu respiración, relájate, disfruta el momento.
El primer beso no siempre es el mejor para algunas personas, algunos han tenido el peor beso que jamás haya existido; otros, por el contrario, hemos tenido el mejor beso que nunca hubiéramos podido imaginar, ni en los sueños más eróticos ni románticos.