Cuatro Lunas nos cuenta cuatro historias de amor y autoaceptación de personajes gays en las diferentes etapas de crecimiento; la niñez, la juventud, la adultez y la vejez. Con todo el drama que las relaciones humanas siempre conllevan, logrando un acertado retrato de los hombres y chicos gays del México de hoy.
Historia con la que Sergio Tovar Velarde, el director, nos reafirma que el amor es amor, en cualquiera de sus versiones; y nos expone ante situaciones comunes que todos hemos enfrentado: la autoexploración, el primer amor, el rompimiento de una relación y la autoaceptación.
No es una película exclusiva para el público gay, es tan universal como lo es conmovedora, al mover las más sensibles fibras en cada una de las historias, que logran mantenerte ahí hasta el final (Quieres saber qué pasa en todas en todo momento), pues aunque el trasfondo de cada una de ellas es la confrontación de un gay con su verdad, hablamos de autoaceptación, algo que todos tenemos que enfrentar en algún momento -o muchos- de nuestras vidas.