La genética siempre nos ha perseguido para estudiar si por su culpa somos como somos o hacemos lo que hacemos (suena a broma pero es una broma seria). Uno de los grandes debates del mundo LGBTTTI es si existe el gen gay, si hay una forma de descubrir a nivel científico si una persona es homosexual o bisexual, pero por supuesto no se ha llegado a ningún puerto.
Ahora, el otro gran dilema: el rol en la cama. Podemos ser activos o pasivos, pero ¿la genética lo define? Un nuevo estudio ha querido ahondar en este tema y ha conseguido llegar a interesantes conclusiones sobre la conducta homosexual masculina.
La revista científica PLos ONE ha querido llevar a cabo un estudio genético sobre la homosexualidad distinto a lo que hemos visto hasta ahora: entendiendo mucho mejor a los homosexuales y que no todos entran dentro de la misma caja. Los ha separado por roles: activo, pasivo y, por supuesto, versátil.
No quisiéramos ser prejuiciosos pero la realidad es que los pasivos puntúan mejor en personalidad femenina y de no conformidad de género, mientras que los activos tienen un perfil mucho más cerrado y masculino. Aunque hay excepciones, la mayoría de encuestados han cumplido esas características.
¿De dónde salieron los datos? De 333 hombres, tanto gays como heteros que se reunieron en un festival de música en Canadá. Se les preguntó abiertamente por su sexualidad, la visión que tienen del género masculino y femenino, si son diestros o zurdos y, por supuesto, la preferencia de posición en el sexo anal, aunque esto solo a los hombres gays.
Y ahora vienen los números interesantes: el 43% prefiere ser pasivo, el 31% es versátil y solo un 26% es activo. Y gracias a la pregunta sobre su mano predominante, se ha llegado a la conclusión de que, aunque activos y pasivos tengan la misma orientación sexual, son diferentes a nivel biológico.
¡Qué les parece!