Ian Matos, que compitió en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y posteriormente se convirtió en un defensor internacional de la salud de los jóvenes atletas de todo el mundo, falleció el martes 21 de diciembre como consecuencia de la lucha contra una infección pulmonar que había contraído tiempo atrás. Sólo tenía 32 años cuando comenzó a localizarse primero cerca de la garganta, pero luego continuó hacia el esófago, donde finalmente se alojó dentro de uno u otro lado de sus pulmones; terminando letalmente a pesar de los esfuerzos de los médicos para salvarlos, que incluyeron someterlo a extensas cirugías antes de que se encontraran dosis que ayudaran a combatir cualquier nueva infección – incluso las relacionadas directamente contra las bacterias responsables.