Primero que nada aclaremos algo, tal vez hayas oído que si «disfrutas» de demasiados vídeos de adultos, te resultará difícil excitarte, pues eso es mentira, pero…
¿Sabes qué si lo afecta? Pues el alcohol, los medicamentos, el cansancio, la ansiedad, y falta de interés sexual en la pareja.
De hecho, todo esto a menudo obliga a la gente a ver vídeos de adultos en primer lugar, y todos ellos afectan su capacidad para mantenerse erecto durante el coito. Si tu pareja valora el sexo no penetrante o te culpa por no ponerse duro – proyectando sus propias inseguridades en ti – eso también afectará a tu madera.
Según los estudios realizados por a investigadora de sexo Nicole Prause (sobre el comportamiento sexual humano, la adicción y la fisiología de la respuesta sexual) en un artículo reciente, escribió: «Siete laboratorios independientes no han podido encontrar una asociación entre el tiempo que se pasa viendo películas de sexo y experimentar más dificultades eréctiles con una pareja».
Observando estudios previos sobre el sexo, Prause encontró que las imágenes sexuales y el sexo en sí mismo activan regiones completamente diferentes del cerebro. Por ejemplo, ser tocado por otra persona estimula las regiones cerebrales asociadas con la socialización y el sexo. Ver a otra persona siendo acariciada o acariciándote a ti mismo no lo hace.
Así que tú tranquilo,»Las fotos de sexo no son sexo», escribe. Es decir, el mero hecho de ver vídeos pornos no puede explicar la falta de interés o la respuesta física de una persona al sexo. Más bien, encontró que la masturbación es probable que sea la causa de que los hombres no se pongan nerviosos.