En el municipio de Ciudad del Este, en el departamento de Alto Paraná, Paraguay, Un Padre consternado ha llevado a un grupo de conservadores a decomisar lo que ellos creen que es una «muñeca trans» y sus argumentos son los colores de la ropa.
Las autoridades municipales llegaron a la conclusión de que estos muñecos cegaban la educación de los niños, eran nocivos para su desarrollo armónico e integral y además afectaban la percepción natural de la sexualidad humana, lo que constituye un abuso infantil.
Todo esto se debido según sus palabras a que el color de la caja y su ropa (rosa) no concordaba con los genitales del muñeco (masculinos).
“Esta es la muñeca transexual que se comercializa en el microcentro de CDE y que personalmente fui y compré para corroborar. Como pueden observar, la apariencia, el rostro, la vestimenta, es de un bebé de sexo femenino, pero sin embargo al quitarle la ropa se observan sus genitales masculinos. En la caja menciona que esta muñeca hace pipí, pero lo hace con un órgano distinto al que debería tener. Esto es parte de la ideología de género, que dice que el niño puede escoger ser niño o niña independiente a su sexo biológico, promocionando el transexualismo desde la más tierna edad”.
Escribió la activista pro familia y candidata a diputada nacional, Dannia Ríos Nacif.