Así como lo has leído, la estrella de fútbol Thomas Beattie ha salido como gay en una nueva entrevista justo a tiempo para el orgullo.
El ex jugador profesional le dice a ESPN que pasó años de su carrera sintiéndose vacío y aislado, incluso cuando su equipo obtuvo victorias de alto perfil a lo largo de los años.
«Normalmente soy súper social, pero me estaba volviendo antisocial para evitar escenarios que pudieran exponerme», explica. El futbolista llevaba 10 años jugando al fútbol, tras conseguir una beca que le abriría las puertas a jugar en Canadá, Singapur, Escocia y Noruega. «Necesitaba pedir la fuerza para aceptarme a mí mismo» Más allá de aceptarse a si mismo, lo que más le costaría al futbolista sería sacar al mundo toda su verdad.
Cinco años después de su carrera, Beattie finalmente lo hizo «Mi nombre es Thomas Beattie», declara. «Soy un hermano, hijo, amigo, ex-futbolista profesional, empresario y un muchacho molesto y competitivo. Soy muchas cosas, y una de ellas es gay.»
Beattie también explica por qué sentía que nunca sería posible salir del armario, incluso en una época de prominentes celebridades gay. «Ser gay y tener una carrera en el fútbol nunca se sintió como una opción», confiesa. «La sociedad me dijo que mi masculinidad estaba ligada a mi sexualidad pero me sentía como si no pudiera ser futbolista y aceptar quién era al mismo tiempo. Todo lo que me rodeaba sugería que estos dos mundos eran puros enemigos, y que tenía que sacrificar uno para sobrevivir. No se siente así en otras industrias. En la música, amamos a Freddie Mercury y Elton John. Se acepta en el cine. Tim Cook, el CEO de Apple, es gay, y estas cosas están bien.»
«Pero en el fútbol,» añade, «todavía hay miedo de que un compañero gay pueda perturbar el ambiente del equipo.» Beattie continúa describiendo el clima homofóbico de los vestuarios y cómo la vida como estrella del atletismo crea presiones indebidas hasta la fecha en el centro de atención del público.
En última instancia, Beattie quiere que otros atletas cerrados sepan que no están solos, e insta a la compasión y la aceptación por parte del resto del mundo atlético. «Espero que con el tiempo estas cosas ya no tengan que ser habladas», dice Beattie. «Me doy cuenta de que para llegar a ese punto, hay mucho trabajo que aún debe hacerse. Pero me encantaría ser parte de esa conversación y poder contribuir».