Muchos defienden que ha ayudado a la normalización de la homosexualidad desde su salida del armario. Sus detractores le acusan de tener una vida heteronormativa.

Ocho años después de hacer pública su condición de homosexual, Ricky Martin se ha casado con su pareja, el artista Jwan Yosef. Fue en 2010 y a través de un comunicado en su página web. El cantante puertorriqueño habló de sus dos hijos, Matteo y Valentino, como la principal motivación para contar que es gay, tras años en los que se dejó “seducir por el miedo, lo que fue un verdadero sabotaje» para su vida. Terminó esa carta aceptando la homosexualidad «como un regalo» que me daba la vida. Desde ese día el artista ha vivido abiertamente su condición sexual, apareciendo en público con sus parejas, hablando de ellas en las entrevistas, y mostrando su vida afectiva a sus millones de seguidores en las redes sociales.

Desde entonces, la superestrella internacional de la música latina también se ha enfrentado a críticas e insultos por haber tomado la decisión de vivir con libertad. Dejando a un lado a los homófobos, Ricky Martin también ha sido cuestionado por parte del colectivo LGTBI. Aunque muchos otros le consideran un referente que ha ayudado a normalizar la imagen de los homosexuales, especialmente en Latinoamérica, donde Ricky Martin tiene legiones de fans y donde la homosexualidad no está tan aceptada socialmente ni respaldada con leyes igualitarias como en Estados Unidos o en Europa.

El principal objeto de discrepancia con Ricky Martin por parte de muchos homosexuales es que el cantante ha construido una familia tradicional, dentro del esquema heteronormativo. Pareja estable y monógama, hijos, y finalmente matrimonio. Muchos comentarios señalan que optó por una vida más clásica para que el público no le diese la espalda y su salida del armario no salpicase negativamente a su carrera. Lo cierto es que en el momento de declarar su homosexualidad, la carrera de Ricky Martin no estaba en su mejor momento, y a partir de ahí ha resurgido. Otros apuntan a que Martin no ha superado del todo la homofobia interiorizada que él mismo confesó en una entrevista, en la que reveló que incluso llegó a hacer bullying a chicos gays. Un miedo a salir del armario que provocó aquel comportamiento.

 Este argumento para sus fans no tiene ningún sentido, ya que alguien que cuenta algo así es porque lo ha dejado atrás completamente. Además, recuerdan que Ricky Martin ha tenido una carrera larga y llena de éxitos y dinero, y no necesita contentar al público viviendo una vida que no es la que realmente desea. Por otro lado, el puertorriqueño salió del armario con 38 años y ahora tiene 46. Una edad que encaja más con un estilo de vida tranquilo y con una estabilidad sentimental, más aún para alguien que ha vivido como una estrella prácticamente desde la adolescencia. Haber sido padre de dos hijos por gestación subrogada no gusta a muchos sectores del colectivo gay, además de a los grupos feministas, aunque Ricky Martin encabeza numerosos proyectos solidarios dedicados a la infancia principalmente como embajador de UNICEF.

 Si los niños le preocupan, el cantante ha dedicado estos años a apoyar con el mismo esfuerzo los derechos de los homosexuales. Ha aplaudido en las redes la salida del armario de otros famosos y ha celebrado la aprobación del matrimonio igualitario en aquellos países donde se ha ido aprobando. “Siento la necesidad de apoyar estas causas. Si mis 11 millones de seguidores en Twitter y mis 10 millones en Facebook me escuchan, debo hablar de cosas con impacto social. Siempre he trabajado fuerte en pro de los derechos humanos, y como soy parte de la comunidad LGBT voy a luchar por la igualdad en todas partes del mundo”, declaraba en su última entrevista en EL PAÍS. En esa misma conversación aseguraba que desde que salió del armario se siente más querido que nunca. Escucha más los mensajes de apoyo que las críticas. “Sí, probablemente la gente me quiere más porque yo me quiero más, y la gente lo percibe. Aceptar mi homosexualidad fue una cuestión de autoestima”, sentenció.