César Ulises Arellano Camacho, el estudiante reportado como desaparecido, se quitó la vida, informó este lunes Fiscalía General del Estado de Jalisco.
El Fiscal Regional Frausto Mancilla dijo que “la causa que deriva a la muerte, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses ha determinado que es una estrangulación indirecta, por un objeto ajeno a él, causada por sofocación y asfixia, tiene un solo surco, duro, característico que deja un suicidio”.
Todo apunta que este es un caso más en el mundo de acoso por la orientación sexual de una persona. En México no nos escapamos de ello y este es un claro ejemplo de lo que la sociedad puede causar con su rechazo.
«Perdón, estoy agotado, decidí buscar el descanso definitivo, ya saben mis razones. Mi última voluntad es que no se haga ningún escándalo de esto, sería humillante que mis allegados se enteren.
Gracias por apoyarme en el transcurso de mi vida, sé que tengo cosas “maravillosas” en mi vida. No sólo para mí. No soy como los demás es lamentable que no logré ser feliz. Denle un buen uso a mis cosas son suyas ahora. La contraseña de la laptop es: ayoggn98.»
Y hacemos la pregunta ¿Hasta cuándo? Y nos podemos burlar con la frase «¿cuántos más Peña?» pero no es el caso, apenas publicamos un artículo en el cuál decíamos que los adolescentes LGBT son más propensos al suicidio que los heterosexuales.
Estamos ante un caso que se debe esclarecer, si bien todo apunta a un suicidio, también debió haber habido culpables, personas que lo llevaron a tomar la lamentable situación, legalmente no habrá sanción, pero moralmente debemos dejar de apoyar insultos y discriminación, así como miles lo han estado haciendo desde el anuncio de su muerte a través de las redes sociales.
Esta es una opinión personal, César Ulises: De verdad lamento que hayas tenido que llegar a eso, no te conocía ni sabía de tu existencia, pero has hecho que levante mi voz en este momento y exija justicia, y también espero que tu muerte no sea en vano.