Siempre se dice que soñar es gratis, pero a veces uno puede convertir esos sueños en realidad y descubrir si eran tan satisfactorios como soñaban. Es por eso que en este artículo queremos hacer un repaso por esos sueños en el ámbito más íntimo, desvelando las fantasías sexuales gay más populares entre gays y heteros. Perversiones, prácticas sexuales poco comunes… ¿cuáles son las fantasías gay que todavía te quedan por cumplir y cuáles has cumplido ya? Veámoslo a continuación.
Voyeurismo
La fantasía gay de aquel al que le gusta mirar. Algunos hombres disfrutan mucho al ver a dos (o más) personas teniendo sexo pero sin participar en él. Hay parejas gays en las que uno de ellos decide organizarle citas a su pareja para ver cómo tiene relaciones sexuales con otro. Por ejemplo, un activo que busca a otro activo que penetre a su novio. Se dice que el voyeurismo es más frecuente entre los hombres que entre las mujeres.
Exhibicionismo
Y también tenemos a aquellos a los que les gusta que les vean, a los que le gusta mostrarse desnudos o teniendo sexo gay para llamar la atención y para deleite de los demás.
Fornicofilia
Hay personas que fantasean con cubrir su cuerpo de insectos. ¿Te excita sentir a una hormiga caminando por tu pene o el cosquilleo de una araña subiendo por tu pierna hasta tu culo? Pues hay personas a las que sí.
Heteros que fantasean con gays
Hay hombres que se definen a sí mismos como heterosexuales que tienen fantasías gay. Se preguntas cómo se sentirá tener otro pene en la boca, si será cierto eso de que los gays son los que mejor la chupan o que el punto G está ahí atrás y estimulándose analmente el orgasmo será más placentero.
Fantasías escatológicas
Hace unos días te hablábamos de la lluvia dorada gay, es decir, las prácticas sexuales que implican el uso de orina. También nos quedaría por hablar de las prácticas sexuales que implican el uso de heces, excrementos, mierda, caca.
Disfraces y juegos de roles
Algunos gays con gusto por el espectáculo también se lo llevan al terreno más íntimo y disfrutan disfrazándose para tener sexo gay y complacer al otro. Por ejemplo, el sexo gay entre furries, hombres disfrazados de perro. También hay hombres a los que les gusta travestirse y sentirse más mujer en la cama.