Así como lo leyeron en nuestro titulo, resulta que la Administración de Productos Terapéuticos de Australia anunció en septiembre una propuesta para prohibir temporalmente la venta, el uso y/o posesión de nitritos de alquilo (conocidos comercialmente como poppers).
La propuesta planea prohibir estos inhalantes debido a los supuestos efectos nocivos contra la salud; no obstante, diversos grupos alegaron que la prohibición del producto penalizaría las prácticas de consumo de miles de personas que utilizan este inhalante como un aditamento para el sexo, una práctica que es común entre las personas de la población LGBT.
Por ello, el organismo decidió aplazar su prohibición hasta que se realice una consulta pública con especialistas sobre el impacto discriminatorio hacia la población LGBT que consume estas sustancias con el fin de tomar una última decisión.
“Las razones para considerar las enmiendas a la Norma de Venenos para los nitritos de alquilo, el componente principal de los poppers , surgen de la necesidad de equilibrar varios factores, como considerar que estos los productos tienen un uso significativo entre varios grupos en la comunidad australiana”, señaló la TGA en un comunicado.
Por su parte, el activista gay Steve Spencer, quien ha liderado la lucha en contra de la prohibición de los poppers en el país, explicó que en lugar de castigar e impedir su consumo, el gobierno debería regular la producción y el acceso a los poppers.
De acuerdo con el activista, la regulación de esta sustancia permitiría a los australianos acceder a las servicios de orientación y educación relacionados con la salud sexual y el uso de sustancias psicoactivas.
Los efectos de los poppers dilatan los vasos sanguíneos del consumidor, lo cual ayuda a las personas receptivas en el sexo anal a disfrutarlo de manera más placentera. La propuesta incluiría a los nitritos de alquilo en la misma categoría en la que se encuentran otras drogas, como la heroína, por lo que su uso y posesión se criminalizarían.