Quizá nunca lo habíamos escuchado en México, pero para nuestros amigos de Argentina, la la revocación del Protocolo 1149 era quizá, el enemigo más grande para toda nuestra comunidad ¿la razón? este protocolo posibilitaba que las fuerzas del Estado pudieran “criminalizar y realizar prácticas abusivas y violatorias de los derechos humanos de la población Lésbico, Gay, Bisexual, Tran (LGBT)”.
Frederic detalló, además, una serie de principios generales que ahora deberán seguir las fuerzas policiales y de seguridad nacional para registrar o detener a integrantes de este colectivo, principalmente a personas trans, a quienes durante años “no se les trató conforme a derecho”.
“De ahora en adelante, las fuerzas federales deberán respetar a las personas según su identidad de género autopercibida. La resolución que firmamos hoy se ajusta a las normas locales e internacionales y representa un avance en el reconocimiento de derechos de parte del Estado”, informó el Ministerio de Seguridad.
Uno de los puntos más destacados de la resolución es que ahora las personas que sean detenidas podrán “elegir en donde serán albergadas, según la autopercepción de su género, quien podrá solicitar un alojamiento individual, permitiéndole al acusado usar ropa o uniforme de acuerdo a su identidad de género”.
El Protocolo general de actuación de registros personales y detención para personas del colectivo LGBT fue aprobado en 2017, bajo las órdenes de la exministra Patricia Bullrich. Carolina Justo, directora de Políticas de Género, destacó que éste era “violatorio de la norma constitucional argentina y de las normas internacionales”.
Justo destacó que la nueva resolución del Ministerio de Seguridad -mediante la cual se derogó el Protocolo 1149- es un trabajo conjunto entre el gobierno y las organizaciones LGBT, luego de diversas mesas de trabajo que han sostenido y por la “orientación política de la ministra”.
La ministra de Seguridad destacó que esta revocación responde a las demandas que por años las organizaciones de derechos LGBT han hecho, asegurando que “era estigmatizante principalmente para las personas trans, profundizando su situación de vulnerabilidad”.