Esta es una anécdota que cuenta Néstor Silverio para el blog CLOSETLGBTy quisimos compartirla porque es importante entenderte como ser, como persona y como parte de la comunidad LGBTQ +
«Sí, eres diferente. Pero eso no significa que vas a dejar que te pisoteen.
Me encontraba sentado en un cuarto apartado en mi trabajo. Mi jefa me miraba fijamente a los ojos, y me hablaba sin rodeos. Horas antes, un cliente en me había gritado por teléfono y hasta había llegado a amenazarme si no le ayudaba en lo que él quería.
Mi jefa presenció todo el episodio, y quiso ver cómo manejaba la situación. Basta decir que, entre balbuceos, solo alcancé a cerrar la llamada. Ella me llevó a parte, y me dijo que no quería ver que me deje menospreciar por nadie.
“Cuando te entrevistamos para el trabajo, sabíamos que eras diferente. Amable y sensible, pero ser homosexual no te hace débil ni frágil”
Ella vio lo mucho que me afectó aquella llamada. Tal vez se dio cuenta de cómo todas las inseguridades que intentaba esconder salían a flote. Tal vez vio cómo años de insultos y críticas afectaron mi autoestima. Pero lo que me dijo después me sorprendió aún más:
“Vivimos en un mundo cruel, que te quiere ver derrotado. A nosotras las mujeres y a los homosexuales nos menosprecian y nos quieren aplastar. Así que, si la próxima vez dejas que alguien te falte el respeto, les estarás dando la razón. Si tienes que llorar, llora en el baño, desahógate, pero no dejes que vean vulnerable. Sal allá y demuéstrales lo fuerte que eres”
No lloré. Estaba más sorprendido por como un mal día en el trabajo se convirtió en una enseñanza de vida.
Escucha, no se trata de salir a la calle a enfrentarnos a puños la discriminación y el odio. Sé que hay diferentes tipos de fortalezas. Hay personas que son increíblemente tímidas, pero tienen un espíritu inquebrantable. Hay otras que son muy valientes al hablar, pero están plagadas de inseguridades. Como seres humanos somos complejos. Pero la verdad es que no puedes dejar que nadie te pisotee.
Tú importas, y mucho. Pero si permites que el mundo te haga olvidar esta única verdad, no habrá nadie que te pueda defender. Así que, la próxima vez que te hagan sentir que vales menos, respira hondo, mira hacia delante, y camina con paso firme.
Demuéstrales lo valiente que eres.»