Seguramente cuando leíste nuestro título te vinieron a la mente videos que sin querer te topaste en las redes sociales pero si, la verdad es que la homosexualidad y la bisexualidad en animales es más común de lo que crees. La ciencia confirma que las relaciones homosexuales son parte de la condición natural y ancestral de todos los animales, en especies que han persistido. Esto significa que estos comportamientos, no solo no tienen ningún costo para la perpetuación o la evolución de una especie, incluso se sospecha que tiene beneficios necesarios.
El respaldo viene por parte de los científicos ya que sostienen que en la mayoría de las especies, la característica bisexual podría ser más común incluso que la exclusivamente heterosexual, ya que la atracción por el mismo género podría encontrarse inscrito en nuestro ADN desde el origen. En determinadas especies, la bisexualidad, es un comportamiento que cubre necesidades reproductivas; en otros casos, se trata simplemente de una opción sexual más de la que disfrutar. Estas son algunas especies, orgullosamente bisexuales.
Los bonobos / Prácticamente les da igual con quien lo hagan, lo usan como recurso emocional, para socializar, resolver conflictos, para entretenerse, por vicio o para hacer bonobitos.
Los delfines / En sus primeros años, practican sexo con machos y hembras y al alcanzar la madurez, pasan a emparejarse con el otro sexo para procrear, aunque también mantienen vínculos homosexuales. Las hembras juegan insertando su hocico en el hueco genital de su compañera mientras nadan suavemente. Los machos nadan con sus vientres pegados y se penetran mutuamente.
Los pingüinos Humboldt / ¿Ubican a Silo y Roy, una pareja de pingüinos que viven en el zoo de Nueva York?, resulta que que nunca aceptaron una pareja femenina. Ambos intentaban empollar una piedra, hasta que el personal del centro les llevó un huevo fecundado, del que nació el pequeño Tango, a quien cuidaron con esmero y que hoy día es heterosexual.
Los cisnes negros / Se sabe el 25% de los cisnes negros machos, son homosexuales. Su comportamiento no es muy ético: forman un trío con una hembra y ambos copulan con ella, pero una vez pone los huevos, la expulsan y le roban el nido, y crían ellos solos a los polluelos. Se sabe también que el porcentaje de supervivencia de los polluelos es mayor cuando están a cargo de una pareja de machos, que cuando lo hace una pareja heterosexual.
Las orcas / Antes de alcanzar la madurez sexual para la reproducción, muchas orcas mantienen sexo homosexual, tocando y acariciando con sus hocicos, la zona genital de sus compañeras. Además son generosas y cuidadosas y se preocupan de que el placer sea mutuo, y se estimulan las unas a las otras.
Las gaviotas / Fueron las primeras aves en las que los biólogos apreciaron comportamientos bisexuales. Se calcula que un 14% de las gaviotas hembras, mantienen relaciones con otras hembras en algún punto de sus vidas. También se ha observado este comportamiento en los albatros de Oahu, donde solo había un 31% de población de machos, así que las hembras, formaban lazos familiares entre ellas para criar a los polluelos como pareja.