«Algo que lo hace tan poderoso es que simultáneamente tiene que ver con disfrazarse y con identificarse», señala el artista Jez Dolan. Se refiere al polari, un lenguaje secreto convertido el siglo pasado en una especie de «guiño verbal» entre hombres gay en el Reino Unido, antes de que en 1967 se despenalizaran en Inglaterra y Gales los actos homosexuales entre mayores de 21 años.
Les permitía esconderse y, al mismo tiempo, revelarse. «Ocultabas lo que estabas hablando de gente que no lo conocía, pero si estabas en un bar y te gustaba alguien, lo dejabas caer en la conversación y luego sabías cómo proceder por su reacción», indica Dolan.
El polari es raramente hablado hoy en día. Sin embargo, cuando la homosexualidad era ilegal, era una forma de comunicarse en público sin correr el riesgo de ser arrestado, además de ser una oportunidad de desafiar el status quo.
«Fue utilizado principalmente por grupo de personas marginadas de la sociedad y asociadas con la criminalidad», dice Paul Baker, experto en historia lingüística de la Universidad de Lancaster, Inglaterra y autor del diccionario sobre el polari y la jerga gay Fantabulosa: A Dictionary of Polari and Gay Slang.
«Despertó escaso interés académico y no habría sido visto como lo suficientemente respetable para ser tomado en serio», agrega. Como resultado, no fue escrito. Incluso Baker argumenta que ni siquiera se trata necesariamente de un solo lenguaje hablado. «Debido que hay capas sobre capas de distintas influencias, no haya una sola versión del polari y hay poco consenso sobre cómo deletrear las palabras, sus pronunciaciones y significados».