El motín que tuvo lugar en una prisión de Chihuahua, cerca de la frontera con Estados Unidos, puso al descubierto las debilidades y la corrupción que imperan en muchas prisiones de México, donde se trafica con drogas y armas y donde los reclusos tienen el control de las instalaciones.
En las investigaciones sobre los hechos ocurridos el 1 de enero en el Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3 de Ciudad Juárez, se descubrió que existía un «autogobierno» de delincuentes que gozaban de privilegios como celdas VIP, donde tenían televisión, teléfonos celulares, camas cómodas, armas largas y cortas.
Confirma la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal tras la fuga y motín de ayer en Chihuahua:
– 17 muertos (10 custodios, 7 internos);
– 15 lesionados (14 reos, 1 custodio);
– 27 reos fugados;
– Cinco detenidos.https://t.co/Tj6AwL2lQM
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) January 2, 2023