La administración de Donald Trump, a través del Departamento de Justicia de Estados Unidos, está buscando que un tribunal de apelaciones del país declare que la protección contra la discriminación hacia personas LGBT no se encuentra contemplada en una ley federal que establece defensas contra despidos basados en prejuicios.
El dilema se encuentra en una corte de Manhattan que lleva el caso de Donald Zarda, un ex instructor de paracaidismo que asegura que Altitud Express Inc., la compañía en la que trabajaba, lo despidió por ser homosexual.
El Tribunal de Apelaciones deberá tomar la decisión final sobre si la discriminación basada en la sexualidad de los trabajadores representa un sesgo ilegal dentro de la Ley de Derechos Civiles, la cual fue promulgada en 1964.
No obstante, el Departamento de Justicia argumentó que dicha ley sólo abarca de manera explícita la discriminación por sexo, raza y religión, y que la discriminación basada en la orientación sexual debe ser aprobada por el Congreso. Por lo que el Departamento de Justicia solicitó que la corte dicte que la discriminación basada en la sexualidad no es válida por no estar incluida en la definición.
De acuerdo con declaraciones de Zarda, la empresa lo despidió después de que él compartiera a una clienta su orientación sexual con el fin de generar empatía y seguridad durante los las clases de paracaidismo. El esposo de la mujer se molestó ante dicho comentario y lo reportó con la compañía, misma que decidió terminar su relación laboral con él.
Pese a que Zarda falleció como consecuencia de su trabajo, la firma que lo representa y los activistas a favor de los derechos LGBT buscan ganar esta batalla legal, pues aseguran que si el juicio falla en su contra, el dictamen funcionará como precedente para que la administración de Trump elimine todo tipo de protecciones hacia los trabajadores LGBT que puedan padecer discriminación por su orientación sexual.