Aída Nízar lleva consigo la polémica, logrando que su marca personal traspase fronteras. Desde que la concursante de Gran Hermano se mudase a Italia para alcanzar la fama en el país mediterráneo, su nombre no deja de ser noticia.
En esta ocasión, Nízar ha puesto a Dios en un aprieto. La vallisoletana se coló en una iglesia, irrumpiendo en mitad de una misa en la capital del país, como forma de protesta y reivindicación por los derechos del colectivo LGTBI y lo contó todo en sus stories de Instagram.
El gesto de la socialité coincide con la semana del Orgullo, fechas en las que Aída escribe: «Son tantas las razones para dar gracias a Dios».
Su irrupción en la misa era un gesto de adoración a «la libertad sexual», en sus propias palabras, reivindicando que la casa del Señor acepte a las personas transexuales y homosexuales. Para Nízar, todo el mundo es igual ante los ojos de Dios.
Este es uno de los múltiples episodios que promete protagonizar Aída en el país de la pasta, donde incluso parece que ha aprendido a hablar italiano.