Esta historia comienza en el episodio más oscuro de la cantante cuando Britney Spears estalló de furia y se negó a entregar a sus hijos a su ex marido Kevin Federline. Tomó un paraguas y lo golpeó contra un vehículo frente a los flashes de los paparazzis, los mismos que horas antes la habían retratado afeitándose su cabeza en un salón de belleza de Los Ángeles. Su larga cabellera rubia era parte del pasado, así como su imagen ingenua y delicada, que solo dejaba de lado arriba del escenario. Perdió la custodia de sus hijos. Su padre, Jamie Spears, y un abogado llamado Andrew M. Wallet se convirtieron en sus garantes. Más de una década después, la tutela sigue vigente, lo que limita la capacidad de Britney para tomar decisiones por sí misma. Sus fanáticos piden que la «liberen».
Se derrumbó bajo el peso de su colosal fama. El día en que se afeitó la cabeza, el 16 de febrero de 2007, y su arranque de ira contra los paparazzi, fue una conmoción para muchos, sin embargo, desde hace un tiempo que ella no estaba bien. Su amor adolescente, Justin Timberlake, la dejó y desaprobó, como muchos, el beso en la boca con Madonna en los MTV Music Awards en 2003. Tenía 23 años. Ya no era una niña.
Desde el lanzamiento de su primer disco Baby One More Time, en 1999, la adolescente de aspecto angelical se convirtió en todo un suceso. Pero Britney no quería ser siempre la niña del Club de Disney (donde empezó su carrera y conoció a Justin Timberlake) y ya en su disco de 2001 lanzó el tema «I’m a slave for you», en el que explotó toda su sensualidad.
Britney quería tomar las riendas de su vida y de su carrera. En enero de 2004, durante una noche de descontrol en Las Vegas, Britney se casó con su amigo del colegio Jason Alexander. Tras un larga fiesta de 55 horas, el matrimonio quedó anulado. Los representantes de Spears aducieron que ella «carecía de comprensión sobre sus actos».
Meses más tarde, ese mismo año, se casó con el bailarín Kevin Federline. Un año después se había convertido en madre de Sean Preston y en 2006 nació su segundo hijo, Jaden James. Pero 30 días más tarde se separa de Federline, tras dos años de matrimonio, y se va de fiesta con Paris Hilton y Linday Lohan. La vida personal de la cantante parece tocar fondo, pero todavía falta. Era tan solo el principio de la estrepitosa caída de la estrella.
Se confirmó que las cosas no andaban bien con Britney cuando, acosada por la prensa y los paparazzi, lloró en una entrevista en vivo y pidió que la dejaran en paz. En ese entonces, la cantante era criticada por todo lo que hacía. Una fotografías suyas conduciendo con su bebé en el regazo fue todo un caos. Tras las críticas, ella se defendió y aclaró que sólo intentaba protegerlo después de que él se pusiera a llorar asustado por los paparazzis.
https://www.youtube.com/watch?v=C-u5WLJ9Yk4
La conducta errática se volvieron habituales en Britney. Uno de sus puntos más bajos llegó el 16 de febrero de 2007, cuando ingresó a un salón de belleza en California y se rapó. La peluquera dijo que Spears entró en el establecimiento y le pidió que la rapase, porque sus extensiones la apretaban demasiado. Ante la negativa de la mujer, Britney tomó la afeitadora y lo hizo ella misma. Poco después entró a una clínica de rehabilitación en la que estuvo 24 horas.
Ya sin su cabello rubio y harta del acoso de los periodistas, tomó una sombrilla y se lanzó a atacar el vehículo de un fotógrafo. Era momento de tomar medidas drásticas y Spears pasó un mes en una clínica psiquiátrica, donde fue diagnosticada con un cuadro de bipolaridad.
La «Princesa del Pop» enfrentó después una batalla con Federline por la custodia de sus hijos y en medio de su drama personal,a la vista de todos como un gran reality show, tuvo que regresar al trabajo. El 9 de septiembre de 2007, la cantante presenta su nuevo single, Gimme More, en los premios MTV. Con la mirada perdida e incapaz de seguir la coreografía sin mirar al suelo, es nuevamente blanco de críticas. Toda una humillación para la fiera escénica que fue una vez.
Las cosas no mejoraron para la estrella y a finales de 2007 tuvo que dejar la custodia de sus hijos a Federline además de que le ordenaron someterse a pruebas de drogas y alcohol.
https://www.youtube.com/watch?v=CduA0TULnow
En los siguientes meses todo fue una caída para Britney. En enero de 2008 se produjo otra imagen terrible de la cantante: Spears bajo los efectos de las drogas saliendo en ambulancia de su casa para ser llevada a una clínica. Tras una visita de sus hijos, Britney se niega a dejar a que regresen con su padre. Cuando llega la policía, consideran que la cantante está bajo los efectos de las drogas. La justicia dictamina que debe ser internada, y que sus visitas reguladas queden suspendidas indefinidamente.
Spears es ingresada en un hospital psiquiátrico y un juez estipula que quedará legalmente bajo la tutela de su padre, James, y de su abogado. Ambos tendrían acceso total a la fortuna de la cantante. Meses después, la justicia decretaría que esta tutela sea permanente.