Una iglesia de Charlotte, Carolina del Norte, decidió hace semanas apoyar al colectivo LGBTQ y darles la bienvenida a la Iglesia. Ellos son de los pocos que entienden que su religión trata de acoger y celebrar todas las personas, y no considerarlas enfermas. Pero claro, llevar a cabo esto en una iglesia de Carolina del Norte es peligroso y llevan ya ni más ni menos que 7 ataques vandálicos a su propia Iglesia.
Fanáticos cristianos han hecho pintadas en la puerta que decoraron con la bandera LGBT y al final nos encontramos ante una guerra entre defensores de la tolerancia y, bueno, catetos de pueblo que no son muy tolerantes. Por suerte, les han abierto una campaña GoFundMe para protegerse de estos ataques y llevan más de 5.000 dólares recaudados. Ojalá llegue el día en el que la libertad religiosa no pase por pisar los derechos de otros colectivos.