En verdad se nos vienen a la cabeza un sinfín de términos para hablar del pene de forma divertida y cachonda, pero ¡este artículo es serio! Acaba de empezar el otoño, pero con las primeras lluvias torrenciales hemos notado la llegada de uno de los momentos más terribles del año: el invierno. Que sí, que faltan oficialmente tres meses, pero ahora que ya nos hemos olvidado de la playa, la ropa de verano, los pantalones cortos y enseñar brazos allá donde vamos, es cuando nos recogemos en casa, nos metemos en el nórdico y huimos del frío.
Pues bien, como no podía ser de otra manera, nuestra anatomía y, por defecto, nuestra sexualidad también se ven afectadas por la llegada del frío y por eso ha nacido una nueva teoría que viene a describirnos lo que viene siendo el «pene de invierno» en contraposición con su hermano, el «pene de verano». Puede parecer una locura, pero tiene más lógica de la que crees.
¿Qué es el pene de invierno?
Volviendo al término de moda este invierno, vamos a ver lo que significa que tengas un pene de invierno que, quién más quién menos, todos pasaremos por ello. El estudio viene a resumir que los penes se pueden encoger, pero también se pueden tener erecciones menos grandes e incluso gran dificultad para llegar al orgasmo. Y no lo decimos nosotros, que lo dice un experto en sexualidad.
El efecto biológico está claro: los vasos sanguíneos se cierran por las altas temperaturas. Y además, ofrecen datos exactos: el pene se puede reducir en tamaño hasta casi un 50% de largo y entre un 20% y un 30% de ancho. Otro efecto con el que puede que no cuentes es que los testículos se encojan. Cuando el frío aprieta, los testículos suben y se colocan cerca del pene, porque ellos también buscan calor y lo encuentran, aunque sea poco, más arriba. Otro efecto. la falta de sensibilidad, el frío hace que tu pene sea menos sensible que en otras épocas del año, por lo que si pierdes sensibilidad, no te asustes antes de tiempo.