Los diputados cubanos favorecieron hoy la inserción en la nueva constitución del país de una garantía al matrimonio igualitario y sin discriminación, lo que permitirá a las parejas del mismo sexo o transexuales a casarse y colocará a Cuba como una de las sociedad de avanzada que permite ese tipo de uniones en su orden jurídico y social.
La Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), órgano legislativo y de mayor jerarquía en el ordenamiento cubano, sesiona desde el sábado para tratar el proyecto de redacción de una nueva constitución, que sustituirá la de 1976.
El documento contiene diversas reformas que han sido dadas a conocer a cuentagotas en la sesión de la ANPP, la cual es transmitida en su totalidad por la televisión nacional.
La nueva constitución que regirá el país incluye la eliminación del concepto “comunismo” de su lenguaje, a la vez que ratifica el modelo socialista y unipartidista, pero hace importantes reconocimientos de la economía de mercado y abre las puertas al matrimonio gay.
Esta última disposición desató hoy una intensa discusión entre los diputados, que, si bien apoyaron masivamente la disposición de no discriminación por razón de género, presentaron dudas sobre su alcance, sobre todo, cuando se tocan términos como la adopción para fines de paternidad.
El artículo 68 del proyecto de constitución reconoce al matrimonio como “la unión voluntaria consensuada entre dos personas con aptitud legal para ello”, lo que implica la implica la “absoluta igualdad de deberes y derechos de los cónyuges, obligados a atender el mantenimiento del hogar y la formación integral de los hijos”.
La diputada Mariela Castro Espín, hija del expresidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro Ruz, expresó que incluir en el artículo el tema de los hijos y la reproducción implica que el matrimonio tiene unos fines específicos que excluyen a quienes no cumplen o no desean cumplir con ellos.
“El matrimonio no es solamente para tener hijos, empieza con otros fines, porque quieren convivir y luego viene la reproducción. Lo que propongo es que todas las familias tengan los mismos derechos”, dijo Castro Espín, reconocida en Cuba como la paladina de los derechos de la comunidad homosexual.
“El amor al prójimo constituyen los aspectos de este Proyecto. Con esta propuesta de regulación constitucional Cuba se sitúa entre los países de vanguardia, en el reconocimiento y la garantía de los derechos humanos. Esto es resultado del proceso revolucionario cubano”, agregó la diputada ante el pleno de la ANPP, lo que desató un debate extenso entre los diputados.
Miguel Barnet, intelectual y escritor, intervino a favor del matrimonio gay y de que se elimine cualquier forma de discriminación en temas de pareja en Cuba.
“Estamos inaugurando una nueva era. Esta es una Constitución dialéctica y moderna. Si hay que romper la tradición se rompe, porque romper la tradición también es un acto revolucionario. Estoy a favor del articulo 68. El amor no tiene sexo”, declaró, una posición que fue respaldad de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los llamados “Cinco Héroes” de Cuba.
“No estamos discutiendo aquí si puede o no casarse una pareja del mismo sexo, sino sobre la obligación al mantenimiento del hogar y la responsabilidad de los hijos. Yo he conocido parejas heterosexuales que no han tenido hijos y nunca los han acusado de violar la constitución”, sostuvo.
“Por muchos años se discutió cuestiones como el derecho a la votación de las mujeres y se rompía tanto con la tradición que se generó rechazo, hoy para nadie es un secreto que muchas personas están pendientes de lo que aquí se discute. Me siento orgulloso por las discusiones que se han suscitado. Personas del mismo sexo que decidan tener o no hijos, no se afectan con este fragmento de texto”, agregó al referirse al derecho de las parejas del mismo sexo a tener hijos a través del mecanismo que entiendan pertinente.
La diputada Yolanda Ferrer, por el municipio de Pinar del Río, expuso que el matrimonio es una institución social y jurídica, y es una de las formas de organización de la familia.
“En aptitud de que dos personas hagan una vida en común en el (matrimonio) no siempre tiene que haber descendencia, sino una responsabilidad compartida de derecho, y la ley tiene que determinar la forma que se constituye”, dijo la parlamentaria.
“No hay razón alguna para negar el matrimonio a personas homosexuales, no hay razón alguna para limitar la felicidad de estas personas. Cuántas personas conocemos que son homosexuales o bisexuales, y son personas dignas y que están cada día junto a nosotros, y muchas veces viven juntas, pero que les hemos negado el derecho de constituirse en familia”, sostuvo.
“Nosotros no podemos permitir que esos siglos de atraso marquen nuestro actuar… Hay que enfrentar prejuicios y tenemos una justicia inclusiva, por lo que debemos apoyar y defender esta propuesta”, agregó.
La diputada Marcia Cristobalina Chicoi, integrante de la comisión nombrada para redactar la nueva constitución, defendió la propuesta del matrimonio igualitario al señalar que “no se puede divorciar el matrimonio con su responsabilidad social. El hecho de que haya una apertura al otro tipo de matrimonio es un paso de avance de la sociedad cubana que responde a un sector de la población”.
La intención de Castro Espín era de incluir el derecho a la adopción en la nueva Carta Magna, una propuesta que no encontró eco en la ANPP, pues la mayoría entendió que como está escrito el artículo propuesta da por sentado, junto a otras disposiciones, que las parejas gay pueden tener hijos de esa manera mediante disposiciones en el Código de Familia.
Teresa Amarelle, diputada y experta en el tema indicó que “que se quite que la unión del matrimonio sea exclusiva entre hombres y mujeres es un avance… Sobre el tema de la adopción, este será un tema para el Código de Familia. Es un gran paso en el reconocimiento de la igualdad y reconocida para todos”.
Explicó que “se mantiene la responsabilidad con los hijos y las hijas. Este reconoce al heterosexual y las personas homosexuales que decidan tener sus hijos, pero es una responsabilidad de la familia. No podemos discriminar a nadie por su orientación y eso no lo podemos permitir, en Cuba hay personas homosexuales que conviven bajo un mismo techo y mantiene un correcto comportamiento”.
Tras un largo debate, los diputados refrendaron mantener íntegra la redacción del polémico artículo 68, el cual será presentado para discusión en la población y posterior referéndum popular en las próximas semanas. De ese proceso de discusión abierto podrían surgir enmiendas al artículo, aunque su permanencia no está en discusión, por lo que se puede decir que el matrimonio gay tendrá un paso expedito en la nueva constitución cubana.
Otro tema de amplia discusión hoy fue la inclusión del concepto “libertad de expresión” en la nueva constitución.
Daicar Saladrigas, diputada por el municipio de Camagüey, trajo el peliagudo tópico a la discusión y sugirió modificar el artículo 53 de la actual Carta Magna, que data de 1976, para sustituir el término “libertad de palabra” por “libertad de expresión”.
Saladrigas puntualizó que, igualmente, debe sustituirse el término “libertad de prensa” por “libertad de expresión”, porque aparentaría que el derecho a la expresar las opiniones estaría suscrito a los medios de prensa del país.
Su propuesta fue respaldada por todo el pleno, que entendió debe escribirse “libertad de expresión” para estar a tono con las normas internacionales y con la política de comunicación del país.
La inclusión del término, sin embargo, no altera el control del Estado cubano de los medios de comunicación ni la regulación de las manifestaciones en contra del gobierno.