Iniciemos con nuestro artículo siendo lo más sinceros que podamos ¿les ha pasado que escuchan de heterosexuales decir que la homosexualidad es una enfermedad y de inmediato entramos en modo defensivo y comenzamos a discutir y defender la sexualidad LGBT como deseo natural sin preguntarnos si quiera que quizá quienes señalan la homosexualidad son quienes generan sus ideas a partir de una enfermedad propia? Porque si es así que quede claro que nosotros (la redacción de ELEGEBETE) nos pasa igual pero ¿qué pasaría si te decimos que quienes piensan que la homofobia es una enfermedad no están tan alejados de la verdad?
Nos hemos enterado de las declaraciones de George Weinberg en un artículo del portal ‘Lesbiana’ quien ha comenzado a utilizar el término homofobia, definiéndolo como “el miedo o la inquietud de encontrarse cerca de personas homosexuales”, ya que se han realizado múltiples estudios con el propósito de comprender, desde la perspectiva de la psicología, las motivaciones y causas de la homofobia. Weinberg afirmó que jamás consideraría que un paciente está sano si manifiesta prejuicios homofóbicos.
Además citaron al profesor de la Universidad Torvegata en Roma llamado Emmanuele A. Jannini, quien afirmó que la homofobia es un síntoma de algo mucho más grave. En 2015 publicó un estudio en la revista Journal of Sexual Medicine que causó bastante polémica porque vinculaba estas conductas con cierto grado de psicoticismo marcado por la hostilidad y la ira. Señalaba que en estas personas se presentan reacciones defensivas inmaduras con propensión a la proyección emocional y una vinculación temerosa con los padres, con la consecuencia de una gran inseguridad.
En su estudio, Jannini aplicó una conocida escala para medir los posibles grados de homofobia entre 551 estudiantes universitarios italianos. Cruzó los resultados con mediciones de otros rasgos psicológicos y encontró que aquellas personas que tenían actitudes homofóbicas más fuertes también obtenían un resultado mayor en rasgos psicológicos como el psicoticismo y los mecanismos de defensa inmaduros. Mientras que un vínculo parental seguro era un indicador de niveles bajos de homofobia.
Ahora ¿cuál es nuestra postura como comunidad LGBTTTI? No podemos asegurar que la homofobia sea una enfermedad, pero si enferma a la sociedad, es por ello que necesitamos sanar a la comunidad, sanar a nuestra familia y buscar sanar a la sociedad ¿tarea difícil no?