Gracias a Dios (creemos) que vivimos en una era en donde las personas parecen estar experimentando con su sexualidad más que nunca (omitiendo todo el tema de Sodoma y Gomorra), por lo que, en estos días las identidades sexuales y de género parecen estar en un abanico increíblemente abierto de posibilidades. Si bien recordamos, hace un buen tiempo el Dr. Alfred Kinsey y sus colegas desarrollaron una escala que representa una visión de la sexualidad desde lo totalmente heterosexual a lo totalmente homosexual, y la mayoría de nosotros estamos ubicados en uno de sus gradientes.
Ustedes creen que ahora hay más gays que nunca y que la comunidad LGBT es más grande que nunca, también hay más personas heterosexuales que antes buscando nuevas experiencias. Ya no es necesario ser gay para tener relaciones sexuales con tu propio género: para muchos, solo eres heteroflexible o bicurioso, con las ganas de experimentar sobre tus intereses y saber realmente qué te gusta y qué no.
Mientras que muchos sectores de la comunidad LGBTQI+ consideran el término como una manera de borrar la identidad bisexual o pansexual, lo cierto es que estas personas aún no tienen completamente claras sus preferencias, por lo que se encuentran experimentando hasta conseguir el espacio hétero, bi, o homo en el que se sientan más cómodos.
No existen los mundos ideales, pero de ser así, no habría exclusión ni contención sobre términos como este, pero dado que muchas personas de la comunidad LGBTQI+ han experimentado discriminación o se han sentido víctimas por su orientación, no es tan sorprendente que las cosas puedan complicarse. Lo que sucede con los heteroflexibles, es que pueden beneficiarse de los los mismos privilegios que tienen las personas heterosexuales porque las preferencias que tienen, en su mayor parte, se consideran normativas.
Nuestro consejo es, no hay que tener miedo: nuestra identidad sexual siempre está en evolución, y estamos en libertad de identificarnos como queramos. Puedes ser bi si no encuentras que tus experiencias tengan el mismo peso en lo que respecta a hombres y mujeres, y puedes ser heteroflexible si tus amigos hétero te consideran “más bisexual”.
Para algunas personas, esta es realmente una manera de experimentar, mientras que para otros es como simplemente su forma de vida. De esta manera, si te identificas como “heteroflexible” ahora, pero “heterosexual” o “bisexual” o “gay” más adelante, todo eso está completamente dentro del rango de lo “normal”. Al fin y al cabo, tu identidad es tuya.