En el corazón de África, Guinea Ecuatorial la lucha por los derechos LGTBI se desarrolla en un contexto donde la diversidad sexual es objeto de severas sanciones y represión social
Contexto de una lucha
Melibea, perteneciente a lo que denomina la “generación empobrecida”, vio desde joven las disparidades en la distribución de la riqueza en su país, lo que la impulsó a activarse en pro de la justicia social y, específicamente, en defensa de los derechos LGTBI. La situación en Guinea Ecuatorial es especialmente compleja para la comunidad LGTBI debido a un entorno sociocultural y legal que no solo desaprueba, sino que penaliza la diversidad sexual con leyes que datan de la era colonial y que aún hoy día condenan la homosexualidad y la transexualidad con severas penas de prisión.
Para las personas LGTBI en Guinea, la visibilidad es un concepto cargado de peligro. Si bien la presencia en las calles es una forma de visibilidad, esta no se traduce en aceptación ni en seguridad. Melibea apunta a que, especialmente para las personas trans y homosexuales que son visibles, la violencia es una constante en todos los ámbitos de la vida, desde la familia hasta las instituciones estatales. Esta violencia no distingue de clases; sin embargo, aquellos que pertenecen a estratos socioeconómicos bajos enfrentan riesgos aún mayores, siendo más susceptibles a abusos y a una falta total de protección por parte del estado.
Ante esta realidad adversa, Melibea ha fundado y lidera la organización «Somos Parte del Mundo», cuyo objetivo es combatir la LGTBIfobia y promover la reintegración social de las personas afectadas por la discriminación. A través de esta organización, se brinda apoyo en educación, salud y promoción cultural, tratando de cambiar la percepción pública de la comunidad LGTBI de ser meros objetos sexuales a ser reconocidos como individuos capaces y valiosos.
Impacto internacional y el futuro
Los avances en derechos LGTBI en otros países son recibidos con sentimientos encontrados en Guinea Ecuatorial. Mientras que la juventud más globalizada celebra estos progresos, los sectores conservadores y el gobierno los utilizan para fomentar un discurso de rechazo, vinculando la homosexualidad a influencias externas corruptas y despreciando cualquier demanda de derechos como distracciones de los «verdaderos problemas» nacionales. Esta actitud refleja no solo una resistencia a la diversidad sexual sino también un profundo arraigo de los valores tradicionales que continúa marginalizando a las personas LGTBI.
La realidad de las personas LGTBI en Guinea Ecuatorial, narrada por Melibea Obono, es una de resistencia en un ambiente hostil. A pesar de los desafíos, hay un atisbo de esperanza en la acción colectiva y en la valentía de aquellos que, como Melibea, se atreven a soñar con un futuro donde la diversidad sea aceptada y celebrada. Su lucha es un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más difíciles, el cambio es posible y necesario.
En un país donde la diversidad sexual es castigada severamente, las esperanzas de un futuro más inclusivo pueden parecer remotas. No obstante, activistas como Melibea Obono y organizaciones como «Somos Parte del Mundo» continúan luchando por cambios tangibles y visibilidad en Guinea Ecuatorial. Esta segunda parte del artículo explora las dificultades enfrentadas por la comunidad LGTBI, las acciones concretas que están llevando a cabo para combatirlas y las perspectivas futuras para el activismo en un entorno hostil.
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— Richard Zubelzu (@RichardZubelzu) March 14, 2024
Violencia endémica y resistencia diaria
La violencia contra las personas LGTBI en Guinea Ecuatorial no se limita a agresiones físicas; abarca desde el rechazo familiar hasta la persecución estatal. Melibea destaca que esta violencia está tan arraigada que la esperanza de vida de una persona LGTBI que vive abiertamente su identidad raramente supera los 30 años. La intervención de la familia, que a menudo llega al punto de envenenamiento, muestra el profundo estigma y la homofobia que aún prevalecen en la sociedad.
El clima para la libertad de expresión en Guinea Ecuatorial es extremadamente restrictivo, especialmente para la comunidad LGTBI. Celebrar eventos como el Orgullo es prácticamente imposible, excepto para aquellos que pueden pagar costosas entradas para eventos exclusivos que garantizan cierta protección debido a su conexión con la élite política. Para la mayoría de los activistas y miembros de la comunidad LGTBI, la posibilidad de organizar o participar en protestas públicas es un riesgo que puede llevar a represalias severas.
Estratificación social y discriminación
El análisis de Melibea sobre cómo la clase social afecta la experiencia LGTBI en Guinea es particularmente revelador. Mientras que las personas LGTBI de clase alta pueden navegar su identidad con cierta seguridad debido a sus conexiones políticas y económicas, las personas de clases más bajas enfrentan discriminaciones múltiples. Esto no solo incluye violencia física y exclusión, sino también una falta de acceso a servicios básicos como la educación y la salud.
A pesar de la dura realidad en Guinea Ecuatorial, los avances en los derechos LGTBI en otras partes del mundo tienen un impacto positivo, especialmente entre los más jóvenes. La globalización y el acceso a diferentes formas de media permiten que una pequeña parte de la juventud guineana abrace la diversidad sexual y desafíe las normas conservadoras. Sin embargo, este progreso es visto con hostilidad por sectores conservadores y por el gobierno, que utilizan cada avance internacional como una excusa para endurecer aún más su retórica y legislación contra la comunidad LGTBI.
Hoy hablamos con la escritora y activista @MelibeaObono sobre los derechos humanos, la condición de las mujeres y el colectivo #LGTBI en Guinea Ecuatorial.#SomosParteDelMundo @CCEMalabo @ifmalabo @USEmbassyEG @FTriangulohttps://t.co/Udd3PntVyx
— La Enzina (@la_enzina) February 24, 2024
Desafíos y esperanza
Finalmente, la situación en Guinea Ecuatorial refleja un patrón desalentador pero también muestra señales de cambio incipiente. El activismo de personas como Melibea y el trabajo de organizaciones que abogan por los derechos LGTBI están empezando a hacer pequeñas fisuras en un muro de intolerancia y represión. El apoyo internacional, así como un enfoque continuado en la educación y sensibilización, son clave para ampliar estos avances y proporcionar esperanza a una comunidad que ha sido marginada durante demasiado tiempo.
Mientras que los desafíos son enormes, la resistencia de activistas y la creciente conciencia de los derechos LGTBI globalmente ofrecen un rayo de esperanza. La lucha de Melibea y de muchos otros es un recordatorio poderoso de la necesidad de solidaridad internacional y apoyo continuo para asegurar que los derechos humanos sean una realidad para todos, independientemente de su identidad de género o su orientación sexual.
