Hasta no hace mucho tiempo, Corea era uno de los países asiáticos a los que muy poca gente prestaba atención. Entre China y Japón, ambos con su propio encanto, parece que la sociedad no se acordaba de Corea, pero en los últimos años, diversas políticas y decisiones han dado una visibilidad al país tal que lo han convertido en una de las principales atracciones turísticas de todo el continente.
Ya sea por su cultura, su gastronomía, sus monumentos o por el hecho de que son los creadores del producto musical del momento, el K-Pop, mucha gente se plantea seriamente visitar Corea y disfrutar de sus lugares y sus gentes. Por eso es importante, como turista gay, saber si este es uno de los países asiáticos que dan la bienvenida al colectivo LGBT o en cambio te puedes encontrar con más de una reticencia a la hora de visitar ciertos lugares de la mano de tu pareja del mismo sexo.
¡Vamonos de turistas!
Corea no es desconocida para el turismo gay, ya que cada vez son más los espacios y zonas pensadas para este tipo de turismo que, como siempre recordamos, trae un montón de dinero. Así que si te pasas por Seúl, como sería lo más normal si fueras de visita a Corea, que sepas que cuentan con zonas gay en Itaewon o Gangnam, donde podrás disfrutar de tiendas, bares, clubes y hasta saunas para disfrutar al máximo en un lugar tan exótico y novedoso.
Porque en Corea también se habla de derechos LGBTTTI pero…
La relación de Corea con el colectivo LGBT es algo curiosa: nunca ha sido ilegal la homosexualidad, la edad de consentimiento para practicar sexo es la misma para heteros que para gays, pero eso no significa que todo sea perfecto, más bien al contrario: la cultura asiática es muy cerrada y eso implica que aún existan muchísimas personas dentro del armario y que no quieran salir por no decepcionar a sus familias, amigos o compañeros de trabajo.
La sexualidad es algo que para la sociedad coreana es muy privada, por lo que se da por hecho que todo el mundo es hetero, y si es gay y lo dice abiertamente, es como si te estuviera contando su vida sexual. En definitiva, que aún les queda mucho recorrido.