¡BRAVO! Resulta que Madonna, de quien obviamente es muy conocido ser una de las divas de la música convertidas en todo un ícono para la comunidad LGTBI+. De hecho, algunas de las canciones más conocidas de su repertorio como Express Yourself o Vogue son considerados prácticamente himnos para el colectivo.
Fue en el año 2012 cuando Madonna no dudó en exponer sus ideas y alzó la voz a favor de la igualdad una vez más. El problema fue que lo hizo en un concierto la ciudad rusa de San Petersburgo justo cuando, por extraño que aún nos pueda parecer en pleno siglo XXI, se aprobó una ley que criminaliza «la propaganda homosexual».
Ahora, ocho años más tarde, la Reina del Pop recuerda este momento de su gira MDNA Tour por el cual, según ella misma afirma, fue sancionada con un millón de dólares por parte del Gobierno del país. La cantante ha compartido un vídeo en el que, sobre el escenario y rodeada por sus bailarines, dedica unas palabras a la tolerancia ante un público repleto de banderas arcoíris coreando su nombre, desafiando así la ley federal aprobada en 2013 que perseguía la «normalización de relaciones no tradicionales». «Di este discurso en San Petersburgo hace ocho años. Fui multada por el Gobierno a pagar un millón de dólares por apoyar a la comunidad gay. Nunca pagué…», escribía la artista en sus redes sociales.
Un discurso en el que apela al amor y en el que habla de un mundo en el que «La gente se está volviendo cada vez más intolerante». Entre las ovaciones de un público enloquecido Madonna exclama: «Queremos luchar por los derechos para ser libres, para ser quienes somos.»
De lo que no cabe duda es de que ésta es una muestra más del carácter rebelde e inconformista de Madonna, dispuesta a lanzar un mensaje de amor y respeto, en otra de cualquier forma de violencia a favor de la comunidad LGTBI+, algo totalmente premeditado por Madonna quien afirmó antes de su concierto en la ciudad rusa: «Defenderé a la comunidad gay y a cualquiera que sea oprimido. Pienso hablar durante mi show contra esta ridícula atrocidad.» Todo ello a pesar de las posibles repercusiones a las que sabía que se enfrentaba y, a las cuales, ha hecho caso omiso por lo que ella misma ha confirmado.