Está loco el que no acepte que el sexo es un aspecto fundamental de nuestra vida ¿y hablamos de todos no exclusivamente de la comunidad LGBTTTQ! Gracias a él conseguimos evadirnos del estrés laboral y la ansiedad a través de uno de los grandes placeres de la vida. Afortunadamente, las mentalidades de la sociedad han cambiado y observamos cómo poco a poco la gente se sorprende menos al ver a dos personas del mismo sexo juntas. Pero todo ello es placentero si se disfruta con precaución y utilizando los productos idóneos como los lubricantes anales. En este artículo destacamos todas las claves sobre ello para así disfrutar del sexo con total tranquilidad.
Las relaciones sexuales son más placenteras cuando hay tranquilidad y seguridad en el acto en sí. En este sentido hablamos de que las mucosas anales no estén secas. Como todos sabemos, la lubricación natural mengua progresivamente y para ello, los lubricantes son la mejor opción. Se trata de un elemento esencial no solo para vivir la relación sexual de forma más placentera, sino también para prevenir la rotura del preservativo y no tener enfermedades de transmisión sexual.
Según ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Debido a la magnitud de la recomendación, se han establecido unos criterios sobre las características que deben cumplir estos productos, que son principalmente dos: no debe afectar a la integridad del preservativo y deben proporcionar un efecto duradero”.
Así, el lubricante que usemos debe ser lo más parecido posible a la lubricación fisiológica con texturas líquidas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el lubricante adecuado dependerá del uso que le vayamos a dar. Los que son de base acuosa o silicona son aconsejables para relaciones sexuales con preservativo, puesto que dichos compuestos no afectan negativamente al látex, a diferencia de los que son de base oleosa.
La silicona es inerte y segura sobre las propiedades que tiene el preservativo, por lo que también es útil para el sexo en el agua o el sexo anal gracias a su densidad. Además de ello, debemos leer las etiquetas y evitar aquellos que no cuenten con las siguientes características:
En primer lugar, hay que descartar los que tengan un pH superior a 7 y los que tengan niveles elevados de propilenglicol, una sustancia humectante que puede provocar alergia. Además de ello, rechazar a los que tengan un contenido total de glicol superior a un 8,3% y n zonas de riesgo de VIH e ITS, se debe poner especial cuidado que la osmolaridad no sea superior a 1.200 mOs/kg.
Una vez hemos escogido el adecuado, debemos saber cómo utilizarlo. En este caso, debemos aplicar una pequeña cantidad en la zona que deseemos. Es importante remarcar que también puede utilizarse con los preservativos, tal y como hemos comentado anteriormente. Ahora que conocemos todas las características para escoger un lubricante que nos proporcione placer, pasión y seguridad, es el momento de disfrutar de todos los beneficios que tiene el sexo para nuestra salud y liberarnos del estrés divirtiéndonos con nuestra pareja o nuestros amigos.