Uno de los momentos más ilusionantes de nuestro trabajo es, sin ningún género de dudas, cuando proponemos un encuentro a dos personas afines. Una vez que hemos estudiado sus perfiles con detenimiento y hemos determinado que pueden ser compatibles, el siguiente paso es ponernos en contacto con ellos o ellas y proponerles un primer encuentro. En ese momento se despliega todo un torrente de emociones, donde la incertidumbre y los nervios pueden jugarnos malas pasadas, ¿verdad? Además, en muchos casos esas personas van a afrontar su primera cita gay después de mucho tiempo. Por eso hoy queremos darte algunos consejos para prepararte para esa ocasión tan especial.
Elige bien el sitio de encuentro. El contexto en el que os encontréis puede tener mucha influencia en el resultado de la cita. Por ejemplo, si escoges una cafetería o un lugar demasiado ruidos, puede que sea más difícil tener una conversación tranquila o hablar de ciertos temas que os puedan causar más reparo. Pero, por otro lado, un sitio público siempre genera más confianza para un encuentro con alguien desconocido. Tómate tu tiempo y escoge un sitio en el que estés a gusto y que creas que puede ser un buen entorno para tu primera cita gay.
Sé natural, no aparentes. La otra persona quiere conocerte a ti, quiere saber cómo eres realmente. Y tú también quieres que te acepten tal cual eres, que sepan qué es lo que buscas y cómo es tu personalidad. Al fin y al cabo, no tiene mucho sentido aparentar lo que no eres, porque tarde o temprano la verdad saldrá a la luz. Sé natural y habla con sinceridad. ¡Todo te irá mucho mejor!
Arréglate… pero sin pasarte. Ir bien arreglado/a es muy importante, porque en esta vida casi todo entra primero por la vista y las personas no son una excepción. Pero arreglarte en exceso puede resultar contraproducente por muchos motivos:
Puede causar inseguridad en la otra persona, que incluso puede sentir “que no está a la altura” y verse un poco cohibida.
También puedes dar una imagen demasiado superficial, que inspire desconfianza.
Por no hablar de las expectativas que puedes generar y que te obligarán a mantener ese mismo nivel en próximos encuentros.
No tengas expectativas demasiado altas. No te fijes metas. Es una primera cita gay, no es una boda ni la firma de un contrato. Tómatelo con calma. Disfruta del momento y deja que lo que tenga que pasar suceda, pero sin más. Así evitarás decepciones y seguro que te llevas alguna grata sorpresa.
Muestra interés y pregunta. No hables sólo de ti. Escucha a la otra persona. Interésate por su vida y por sus gustos. Tienes que conocerle y la mejor manera es dejando que te hable, que te cuente cosas sobre él o ella. Además, así generarás un clima de mayor confianza que si sólo hablas de tus cosas. Y, por supuesto, no te quedes con ninguna duda.