En julio de 2018, el cuerpo de Alaska Contreras, una joven trans y reciente ganadora de un concurso, fue encontrado en Martínez de la Torre, México.
El asesinato se caracterizó por la brutalidad extrema y la ridiculización de la víctima, algo habitual en la mayoría de los transfeminicidios en México.
Se calcula que en México viven un millón de personas transgénero, que se enfrentan a altos niveles de discriminación que se traducen en elevadas tasas de desempleo (90%), acoso escolar y acceso limitado a los servicios de salud y justicia.
Incluso desde dentro del movimiento feminista, algunos sectores rechazan a las mujeres trans.
Los activistas LGBTI+ están presionando para que haya más leyes de identidad de género y otras reformas legales que ayuden a proteger los derechos humanos de las personas transgénero.
Las mujeres 'trans' -no operadas- tendrán derecho a incentivos para ser contratadas por la Administración, a subvenciones si se crea una asociación de mujeres trans y a no poder ser denunciadas por violencia de género. https://t.co/UEeZx4AHf9
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) February 22, 2023