Este rostro no es de Jesús de Nazaret. Esta cara que millones de personas conocemos como la del hijo de Dios, es en realidad, la imagen pintada de Tommaso Cavalieri, el supuesto amante del pintor Miguel Ángel Buonarroti.
Cavalieri es catalogado como uno de los mejores alumnos de Miguel Ángel, y para este último su aprendiz fue mucho más de lo que dicen algunos historiadores. Según las teorias surgidas Cavalieri despertó en Miguel aquel amor que ninguna otra persona hizo florecer, tanto fue, que la mayoría de sus obras están inspiradas en el rostro de Tommaso, como lo podemos observar en la pintura “La divina misericordia”.
Si eran amantes o no, eso solo lo sabrán ellos, que se llevaron el secreto a las tumbas, pero lo que no era un secreto, es que Miguel Ángel era homosexual, y se supone que por el amor de maestro que este tenía por su discípulo, se especula que llevaron una relación amorosa.
¿Qué les parece?