La National Gay and Lesbian Human Rights Commission y varios grupos más han llevado a la corte la legislación actual, que no solo ilegaliza la homosexualidad, sino anima y permite el acoso, la discriminación y la violencia contra personas LGBT en el país.
Recordemos que entre 2010 y 2014 600 personas LGBT han sido detenidas en Kenia, y que en 2016 un juez dio como válida la examinación anal para confirmar si un hombre es o no es homosexual.
Los abogados del gobierno están totalmente acojonados, porque piensan que si esto llega a buen cabo y se despenaliza la homosexualidad, el próximo objetivo será legalizar el matrimonio gay en el país. Efectivamente. No hemos de tener miedo de luchar por los derechos de todas las personas por igual. En un mundo lleno de guerras, odio, peleas por petróleo y bombas nucleares, hambre en medio mundo y enfermedades por todos sitios, es muy triste que tengamos que vernos perdiendo el tiempo preguntándonos si todas las personas tienen los mismos derechos el uno al lado del otro.
Esperamos que todo salga bien y Kenia despenalice la homosexualidad para empezar a ver como la sociedad keniana puede seguir avanzando.