El sexo gay es maravilloso, pero también puede volverse monótono si siempre practicas las mismas posturas una y otra vez. ¿Está cansado de que vuestra creatividad se limite a estar a cuatro patas y al misionero? Pues ya es hora de ponerse a explorar otras maneras de conseguir placer en pareja, porque existen decenas y decenas de posturas diferentes. Queremos añadir un poco de picante a tu vida recomendándote a ti y a todos los gays 5 posturas de sexo gay raras que aún no has probado asegurando que tanto el pasivo como el activo disfrutarán al máximo probando nuevas experiencias sexuales.
Primera pose
pongámonos como animales y aprendamos de las ranas. El pasivo tendrá que sentarse en cuclillas imitando la postura de una rara mientras el activo le penetra. Para hacer bien la ranita el pasivo tendrá que moverse arriba y abajo imitando al anfibio verde. También podéis probar a que el pasivo repita esta postura sobre el activo en diferentes posiciones: tumbado boca arriba, sentado… mucha imaginación.
Segunda
para esta postura de sexo gay necesitas usar una superficie elevada, como una mesa o una cama. Quitad el colchón y dejad solo la estructura. Uno de ustedes tendrá que tumbarse boca abajo, con su pene colgando (o metido entre los huecos de la estructura de la cama si esta lo permite) para que el otro le practique una felación. Cuando el pene esté listo para eyacular podrá hacerlo sin tener que moverse, en la boca o en el pecho del otro. Recordatorio: practica sexo seguro.
Tercera
aquí el pasivo tendrá que hacer gala de su gran flexibilidad, y os recomendamos usar un sofá o un muro para que apoye la espalda. El pasivo se apoya en su espalda con sus piernas hacia arriba y las rodillas acercándose a su cara, mientras que el activo le mete su pene y le ayuda a mantener esa posición. Quedarán tan exhaustos como satisfechos.
Cuarta y última
Ahora será el activo el que tendrá que ser flexible, tumbándose boca arriba y poniendo sus piernas hacia arriba, flexionando sus rodillas como el pasivo en la anterior postura de sexo gay. El pasivo esta vez tendrá que sentarse en el pene del activo, que tiene el reto de mantener la erección y penetrar a su pareja mientras tiene las piernas así.