Debemos hacer entender que las personas con preferencias sexuales distintas a la heterosexual no tienen una enfermedad, ni tampoco necesitan ayuda.
Desde el 2004 cada 17 de mayo se celebra el «Día internacional contra la homofobia, transfobia y bifobia» alrededor del mundo. La fecha fue elegida para recordar que ese día en 1990 la Organización Mundial de la Salud desclasificó a la homosexualidad como un desorden mental.
Realmente el día se usa para hablar sobre el problema de discriminación que aún se enfrenta contra la comunidad LGBT, la lucha contra la homofobia no es cosa de una vez al año, sino permanente. Y esta lucha no es responsabilidad exclusiva de la comunidad LGBT, sino de todos.
Es claro que todos podemos contribuir con pequeñas acciones para erradicar la homofobia en la sociedad.
¿Qué podemos hacer todos?
- Dejar de usar palabras como «maricón», «machorra», «joto», «vestida», «loca», que no solo son ofensivas, sino que perpetúan estereotipos. No todos los hombres con expresiones consideradas femeninas son gays, ni todas las mujeres con expresiones consideradas masculinas son «lesbianas».
- Y en particular dejemos de lado el tan amado «puto» en los estadios.
- Educarse, ya sea de manera autodidacta o acercándose a la comunidad LGBT.
- Levantando la voz cuando veas que se comete una injusticia; cuando veas que alguien es discriminado en tu escuela, trabajo o la calle; cuando en discusiones públicas o privadas alguien intente imponerse sobre los derechos de los demás; cuando programas de gobierno buscan no respetar los derechos humanos.
¿Qué pueden hacer los heterosexuales?
- Recordarles a todos que las personas con preferencias sexuales distintas a la heterosexual no están enfermas, ni necesitan ayuda.
- Recordarles que sus amigos y amigas homosexuales y bisexuales no les van a tirar la onda por ser del género de su orientación.
- Dejar de tratar el tema LGBT como tabú entre los niños y enseñarles que sea cual sea su orientación sexual o identidad de género todas las personas deben ser respetadas.
- Entender que tolerar no es soportar, sino convivir en equidad. No es tolerancia decir «no me importa lo que hagan tras la puerta, pero que no lo hagan en público». Las muestras públicas de afecto no deben incomodarles y la actitud hacia estas no deben ser diferentes a las de ver a una pareja heterosexual.
¿Qué pueden hacer como miembros de la comunidad LGBT
- Hablar con familiares y amigos, hacerles saber que estás abierto para ayudarles a entender más de este mundo. Salir del clóset no es una experiencia solitaria, sino que involucra a tu círculo más cercano.
- No discriminar a otros miembros de la comunidad basándonos en un «ideal de belleza». Sí, dejar de decir «no gordos», «no afeminados», «no viejos», «no trans».
- Participar activamente en la lucha. Si tu situación ha sido favorable y no te enfrentas continuamente a la discriminación, recuerda que hay gente que la vive todos los días por la cual todavía tenemos que actuar.
En este artículo te pudiste dar cuenta que no se necesita ser miembro de la comunidad LGBT para apoyarla, e incluso si eres parte de ella aún queda mucho por hacer al interior. La lucha contra las fobias LGBT no se trata de dar un trato especial o de ser «políticamente correcto», sino de tratar a todos como personas, con los mismos derechos y oportunidades para vivir una vida plena.