El presidente Donald Trump decidió poner fin a DACA (Deferred Action for Childhood Arrival), acuerdo que protegía a aquellos jóvenes inmigrantes que llegaron a Estados Unidos de forma ilegal cuando eran niños. De acuerdo con el Instituto Williams de la Escuela de Leyes de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), 75 mil jóvenes indocumentados se identifican como LGBT y, de ese universo, alrededor de 36 mil “soñadores” ya eran protegidos por DACA.
“Trump puso en el blanco a estos jóvenes que ahora trabajan y pagan impuestos”, dijo Kate Kendell, directora ejecutiva del Centro Nacional para los Derechos Lésbicos (NCLR). Roddy Flynn, director de LGBT Equality Caucus, la junta política que representa a la población LGBT en el Congreso, calificó la decisión de Trump de cruel: “Los miles de jóvenes protegidos por DACA no conocen otro país que E.U. Eliminar esta protección los obligará a abandonar sus trabajo y desestabilizar economías familiares y comercios, lo cual traerá graves consecuencias en la economía nacional”.
“La comunidad latina LGBTIQ experimenta actualmente un periodo bastante complicado viviendo en los E.U.”, señaló la organización Equality Texas, además de apuntar al hecho de que las movilizaciones causadas por el huracán Harvey podrían complicarse, debido a que miles de indocumentados, antes amparados por DACA, podrían no recibir atención médica ni otros servicios ante la situación de emergencia que hoy se vive.